La serie de arte MiNicZya, -la cual es parte de la decoración de AcuAries-, refiere a un conjunto de obras artísticas, que comenzaron a gestarse a partir de la realización en vivo del espectáculo “De Acá Para Allá” de Víctor y David Chenna, circunstancia en la cual el artista plástico Emiliano Merani bosquejó las dos primeras pinturas.
Es a partir de allí, cuando la productora AcuAries decide decorar su espacio con las obras del
pintor, pero para ello encarga la realización de las demás, a partir de un poema del escritor
Javier Gustavo Girardi, que precisamente lleva por nombre: MiNicZya.
Sin referencia alguna, Merani recibe la obra de Girardi y luego de su reiterada lectura, imagina
la secuencia de cuadros que hoy decoran nuestras paredes. En tanto, Girardi no sólo escribe,
sino que además crea objetos en referencia, sustentado en un determinado modelo artístico
denominado Dadaísmo, el cual prioriza la concatenación de partes sueltas, generalmente
consideradas como desechos por el capitalismo, devolviéndoles así su relevancia y cobrando
ahora nueva vida, al constituirse en una parte insustituible de un objeto artístico. Es recién algún tiempo después, cuando Merani y Girardi concuerdan que la obra de ambos hace
referencia al estado Emocional (Mental) de una mujer en particular, aunque destacando que las
inspiradoras de esas musas, son dos personas distintas y desconocidas entre ellas, pero que
también podrían ser cualquiera de todas. Tal es así que Girardi, tiempo antes, crea EsquizoVipZya;
una obra que hace referencia a un determinado y particular modo Emocional de Esquizofrenia,
pieza que en la actualidad permanece oculta entre las otras, debido a la reiterada alusión del
público, -que de modo mayoritario-, refería a que la citada obra no guardaba similitud estética
con el resto; no obstante su disrupción policromática y su ilógica representación simbólica, están
exponiendo precisamente la incongruencia emocional a la que refiere.
Así entonces, la Serie Artística denominada MiNicZya, inspirada en un principio en las canciones de Víctor Chenna, luego en el poema homónimo de Javier Girardi e interpretada por el artista plástico Emiliano Merani, queda aquí expuesta -hasta el momento-, por intermedio del poema, los 11 cuadros en carbonilla del citado pintor y uno de Girardi, junto a tres objetos artísticos de éste, cuya autoría refiere al estilo Dadá.
Víctor Chenna | Javier Girardi | Emiliano Merani
Maciel, Santa Fe, Argentina.
En Años de la Pandemia (2020/2021)
Es que tú MiNicZya... ya sabes...
Que tu deliberada ausencia,
duele en el Alma...
Y no debiera.
Es que la reciprocidad,
no es opcional.
Lo que viene se va,
pero la intención lo repite
inexorablemente,
hasta que
aprendemos a desear éticamente.
El Vivir Matríztico,
se vuelve necesario
y de pronto, se comienza
a extrañar las palabras precisas,
esas que aglutinan y acarician,
en la legítima ecuanimidad
de los distintos complementarios iguales.
Y las voces... ya no consiguen
transformarse en ausencias.
Y las palabras enamoran...
cual infalibles mensajes,
de auguradas bienaventuranzas.
Y las otras... las severas, las duras,
las sentenciantes, las patriarcales,
sobrevuelan inútiles y frágiles,
carentes de emociones y sentido.
Hablar como Ellos,
es... Ser Ellos...
y eso, precisamente...
no habla de Nosotros.
Porque sólo el Amor... sabe del Amor,
y es, cuando... muy lejos es más cerca,
y distanciados... es sentirse juntos,
y la resiliencia... es tan sólo,
una palpable y mutua sinergia.
El organismo es Cons-Ciente,
de que el Amor se Siente.
Más, el riesgo llega,
al instante posterior,
de no animarnos a asumirlo.
Sin Poder,
no tengo posibilidades de poder.
Sin Justicia,
me confabulo con lo Injusto.
Sin Amor,
aprendo a No Amar lo Verdadero.
Y... sin Amor por lo Verdadero,
despilfarro el denuedo y el esmero,
hacia la invaluable sanidad.